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Foto del escritorAna Caro

Estrategias para cambiar tu narrativa y bajar los niveles de odio


En las últimas semanas estaba pensando en cómo tantas generaciones, en varias partes del mundo, hemos vivido en una búsqueda constante de la paz, mientras suceden conflictos y guerras a través de la historia. Vivimos cada día con noticias que nos atraviesan por distintas geografías con el propósito de entender una nueva crisis, ver las caras de un nuevo éxodo, analizar las decisiones de cada mandatario de turno, comprender el impacto de la cultura y finalmente, excavar buscando salidas.

Este 2023, que ya llega a su fin, no resultó ser la excepción. Hay nuevos desafíos, la polarización es rampante y estamos evidenciando profundos cambios colectivos. Y aunque nos apoyemos en uno u otro conocimiento intelectual para entender estas situaciones con todas sus complejidades, es completamente normal que en lo emocional estemos sintiendo desesperación, confusión, tristeza, miedo e incertidumbre.


Nuestra humanidad está expuesta, y si bien no sabemos a ciencia cierta qué sigue, podemos empezar a hacer algo para aportar positivamente a la historia colectiva. Probablemente estás enfrentando esta situación mejor de lo que imaginas, pero en caso de que necesites un impulso, aquí hay algunos pasos para lograrlo cuidando tu salud mental.

Acepta la dualidad que habita en cada persona

Reconoce la intrincada dualidad en cada individuo, la capacidad para el bien y el mal, la interacción entre el amor y el miedo, la paz y la angustia. Durante momentos desafiantes como los actuales, es fácil caer en el impulso de deshumanizar a otros con etiquetas como "monstruos" y convertirlos en tus enemigos. Sin embargo, la tarea es más bien enfocarte en comprender la complejidad de las personas y evitar caracterizarlas basándote sólo en prejuicios preconcebidos.


No te aferres al dolor colectivo, más bien intenta convertirte en un canal

A diferencia de una maleta que almacena y lleva el peso del mundo, un canal permite que el dolor fluya. Evita identificarte demasiado con el dolor, pues sólo es parte de tu experiencia, no tu identidad.



Humaniza a tus "adversarios"

Primero, intenta la autorreflexión y aléjate un poco de tus suposiciones y sesgos. Luego, reconoce que tus adversarios, independientemente de sus opiniones, son fundamentalmente humanos, como tú con miedos y deseos. Reconocer esta humanidad compartida fomenta la empatía, incluso cuando hay desacuerdos.


Asume un papel pacificador

Hay personas, organizaciones, e historias inspiradoras a nivel mundial. Si alguno de ellos resuena contigo, participa en su misión con tus capacidades, tiempo o donaciones.


Enfócate en consumir contenido de valor

En un mundo de medios masivos de comunicación, manejados por intereses particulares, con titulares divisivos, decídete por consumir libros, boletines, documentales y periodismo independiente. Busca contenido que te conduzca a cultivar perspectivas más profundas y completas, no solo información fragmentada.


Recuerda siempre la fragilidad de la vida

La vida, independientemente de su forma, es efímera, especialmente en estos tiempos tumultuosos. Esta realización puede entristecernos, pero también empoderarnos. Cuando recuerdas la fragilidad de la vida, te motivas a seguir adelante y cumplir tus propósitos.


Elige ayudar a otros

Ya sea como voluntario con quienes luchan contra enfermedades o apoyando a refugiados, una vida con trabajo de servicio cambia tu perspectiva y dirige tu energía hacia un impacto significativo y sin espacio para odios ni discusiones triviales.


Reconoce que sí ‘eres el cambio’

A veces, presenciar las luchas del mundo puede hacernos sentir impotentes. Y si bien, individualmente no podamos cambiar el mundo, ciertamente podemos cambiar una o varias vidas, comenzando por la tuya. Sé amable, escucha, cuida y comparte con quien tienes al lado, también esa persona está intentando aligerar el peso actual de nuestro mundo.






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