Los tres mejores consejos para resolver todo tipo de conflicto
En este artículo te comparto los tres mejores consejos que he recibido en mi camino trabajando en mediación de conflictos por más de diez años. Te los cuento porque van más allá de lo que podemos aprender en una universidad. De hecho, yo los aprendí años después de haber terminado mi maestría en mediación de conflictos y después de haber trabajado algunos años en zonas de conflicto violento.
Se trata más bien de modelos mentales que te permitirán comprender de mejor manera la forma en que experimentamos los conflictos y qué podemos hacer para afrontarlos. Aquí te los presento:
1. No intentes eliminar los conflictos.
Los conflictos muchas veces vienen acompañados de circunstancias desagradables y por ello intentamos evitarlos o eliminarlos. Esto simplemente no funciona, y no funciona por dos razones: la primera, es que los conflictos son inevitables. Los conflictos son una consecuencia natural del cambio y de las interacciones humanas. No hay nada más permanente que el cambio y que las relaciones con otras personas. Evitar los conflictos es evitar la vida misma.
Segundo, las circunstancias desagradables relacionadas con los conflictos no son causadas por el conflicto en sí mismo, más bien son una consecuencia de nuestra incapacidad de trabajar y transformar los conflictos adecuadamente.
Incluso, muchas veces utilizamos terminologías imprecisas como prevenir conflictos. Sin embargo, los conflictos no pueden ser prevenidos, pero si podemos prevenir sus consecuencias negativas incluida la violencia.
2. No te enfoques en lograr un acuerdo.
Esta lección la aprendí directamente en el ejercicio práctico de mediación. Como te comenté, en mis estudios realicé una maestría en mediación de conflictos y en ella aprendí técnicas para lograr acuerdos. Años después tuve la oportunidad de ir a trabajar en un campamento con excombatientes en Colombia y comprendí que las cosas son distintas.
Debes saber que no tiene sentido lograr un acuerdo cuando las personas no tienen confianza entre sí y la relación es mala. Cualquier acuerdo logrado bajo esas circunstancias no será sostenible en el tiempo.
Por el contrario, si me enfoco en construir confianza y en cambiar los patrones destructivos de la relación para transformarlas en interacciones sanas, el acuerdo llegará de forma natural. Incluso, el acuerdo ya no será relevante.
Durante esa época aprendí que el acuerdo no es sinónimo de fin del conflicto.
3. No busques soluciones permanentes.
Otro enfoque erróneo es creer que después de años de experimentar un conflicto lo podré resolver a través de una sesión de mediación de una hora, o dos horas o veinte horas, da lo mismo.
En lugar de buscar soluciones permanentes después de sesiones de mediación breves, debemos crear plataformas de diálogo permanentes de las cuales surgirán soluciones temporales que podrán irse adaptando constantemente a una realidad cambiante.
Me tomó más de diez años aprender estas lecciones, pero sinceramente creo que si meditas sobre ellas y las pones a prueba, te permitirán convertir los conflictos en oportunidades para transformar la realidad e innovar.
Finalmente, te comento que estos modelos mentales me han servido mucho más allá del campo profesional. Si logramos interiorizar a profundidad estos conceptos sin duda tendrán efectos positivos en todas nuestras interacciones, incluida nuestra vida personal (que es la más importante).
Espero que los puedas poner en práctica.
Por lo pronto, te dejo un enorme abrazo,
Juan Carlos Lucero.
Director de la Escuela de Paz.
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